sábado, 19 de diciembre de 2009

Pantallas digitales y periodismo

Retomo el hilo del último post. En este comentario reflexionaba sobre el hábito de leer periódicos en lectores como Kindle. En mi opinión, éste será el principal escoyo al que tendrá que hacer frente el ciberperiodismo para cargarse las publicaciones tradicionales. En otras palabras, el apocalipsis definitivo del papel se producirá el día en que uno pueda ir tranquilamente en el metro leyendo las noticias del día en su lector digital.

Veo ahora, a través del blog de Juan Varela, un vídeo de simulación hecho por la consultora Berg sobre la usabilidad de las pantallas del futuro y su aplicación en la lectura de revistas. Me he quedado completamente fascinado. Por una parte, el vídeo muestra de una forma muy didáctica cómo aplicar en la pantalla digital la manera de pensar y actuar del usuario con el papel. Por otra, cómo en este mecanismo de lectura pueden incorporarse todo tipo de recursos multimedia bajo un único producto periodístico. El resultado es una sencilla plataforma de lectura táctil muy intuitiva, extremadamente cómoda y fácil de usar. El producto periodístico, sublime.


Mag+ from Bonnier on Vimeo.

En línea con este vídeo, la revista Sport Ilustrated ha creado otra simulación en la que aplica muchas de esas técnicas en sus propios contenidos. No sólo en los periodísticos, también en los publicitarios. Con una muy fácil usabilidad, el lector puede elegir las secciones de la publicación que más le interesan, leer las crónicas y estadísticas de los partidos de un deporte u otro o ver los mejores vídeos y audios de dichos encuentros.

En definitiva, y sin ánimo de resultar machacón con el tema, creo que estos dos vídeos demuestran cómo una vez que se perfeccione y popularice el uso de los lectores digitales se podrá pensar en el adiós del papel. Estos lectores deberán ser muy resistentes y tener baterías de larga duración. O si no habrá que dar la razón a este comentario anónimo al post de Varela, tan cachondo, pero me temo que tan real: “A mi parecer un libro es mucho mejor que esto porque se te cae un café encima, lo pisas, lo doblas, te lo muerde el perro y puedes seguir leyendo. Si está bien conservado puede durar siglos, mientras que no se sabe cuanto pueden durar los datos dentro de un aparato de estos”. Pienso que las empresas fabricantes deberán tener en cuenta más que nunca la resistencia y la calidad del producto. No digo que puedan resistir a los mordiscos del perro, sino que no debe convertirse en el típico cachivache tecnológico que dejamos tirado por casa porque sólo da problemas.
 

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