UNDER PRESSURE ha sido noticia en el último número de la revista de antiguos alumnos de ESIC. En un reportaje titulado “Los blogueros de ESIC” han seleccionado las bitácoras de tres profesionales que han pisado previamente las aulas de la escuela de negocios. Reproduzco las palabras que le dedican a este blog:
COMUNICACIÓN Y MÚSICA EN LA RED
UNDER PRESSURE es un blog creado por David Herrera en el que se analizan cuestiones relacionadas con el mundo de la comunicación: periodismo, publicidad, relaciones públicas, patrocinios, etcétera. Los temas se abordan desde una óptica profesional —pero con un estilo muy divulgativo— y priorizando aquellas áreas relacionadas directa o indirectamente con los mass media. En UNDER PRESSURE se informa acerca de las últimas tendencias que se siguen en el sector y de los pasos que los medios están dando de cara a su adaptación al entorno 2.0. Por otra parte, esta bitácora representa un espacio único para disfrutar de la mejor música, de cualquier época y estilo.
Hay épocas en las que a uno le da por un grupo de música y lo machaca en el ipod, día a día, durante meses. Luego de repente deja de hacerlo, pero desde ese momento las canciones quedan ya en la cabeza para el resto de la vida. Eso me pasó con Ocean Colour Scene. Hace ya unos seis o siete años me pasaron un disco de este grupo, pero no le presté demasiada atención. Escuchaba la mítica Riverboat song y me cansaba. Pero la cosa cambió el año pasado. Me empapé, una a una, de todas las canciones del grupo y me di cuenta de lo buenos que son. Es un sonido muy brit. Tampoco se complican demasiado la vida. Las canciones, muy rockeras. Y las baladas de lo mejor que tienen. La canción del día es una de las mejores baladas de su repertorio: Better day. A ver qué os parece.
Un mes sí y otro también vemos a algún sector profesional cortando las calles de Madrid para reivindicar algo. Los controladores aéreos, los taxistas, los funcionarios de justicia y ahora leo que hasta los traumatólogos del Ramón y Cajal. No voy a entrar ahora a valorar aquí la pertinencia de sus protestas. Para poder hacerlo creo que hay que conocer cada caso en profundidad. Huelgas aparte, aplaudo, en cualquier caso, el sentimiento corporativista que muestran muchos gremios en este país. De todos me quedo con el sentimiento de unión y la pasión por la profesión que muestran los periodistas —cuando hablo de “periodistas” me estoy refiriendo a los profesionales que colaboran en los medios—. Les puedes ver tirándose los trastos en los debates de televisión o lanzándose misivas directas en las páginas de los periódicos o en los programas de radio. Sin embargo, te tomas una caña con ellos y en cuanto pueden enarbolan enérgicamente la bandera de la libertad de expresión y el sentimiento de fraternidad y complicidad con sus compañeros de otros medios. Basta con ver el apoyo que recibieron los dos periodistas de la Cadena SER condenados a cárcel por revelar el nombre y apellidos de todos los afiliados irregulares del PP de Villaviciosa de Odón.
Eso sí, quizá falte en ocasiones un poco de sentido del humor en este país para ironizar sobre los males de las diferentes profesiones. A continuación muestro un viejo vídeo del medio argentino Últimas Noticias que tanto me recuerda a la paranoia orweliana de 1984. Desde un punto de vista publicitario me parece brutal. Pero, además, tiene una doble lectura acerca de la profesión muy interesante y divertida, y bañada de mucha autocrítica y, sobre todo, sentido del humor. Espero que os guste.
Interesante el artículo de Pantxo Unzueta publicado en El País hace un par de días. El periodista analiza cómo debe ser la estructura de un buen editorial, independientemente del medio en el que se publique. Comparto, por una parte, su defensa de ese periodismo interpretativo y opinativo que adquiere toda su plenitud en el género editorialista. Por otra parte, estoy de acuerdo en su crítica de esa vorágine de inmediatez que acosa desde hace tantos años a la profesión y que en muchas ocasiones tanto daño ha hecho a la calidad de los contenidos.
Ahí van un par de interesantes párrafos de autocrítica que extraigo de dicho artículo:
“La servidumbre de la rapidez, agravada por la presión de Internet, está dejando en desuso esa actitud racionalista. El más conocido editorialista de la transición, Javier Pradera, escribió poco después de dejar de serlo que la "carga del periodista" es tener que "pronunciarse en una hora allí donde los políticos pueden tomarse días de reflexión, los profesores meses de cavilación y los historiadores años de investigación."
"Pero además de la prisa influye la actitud. Los males del periodismo son los mismos que afectan a la política: el sectarismo y la superficialidad; y una consecuencia de ello es la pérdida del gusto por la argumentación, sustituida por la reafirmación del sentimiento de pertenencia, ya sea ideológica o nacional. En su polémica con Sartre, Camus se rebelaba contra quienes creen que basta con instalarse en el sentido de la marcha de la historia para tener razón. O con calificar a una cierta violencia como progresista para que los fines justifiquen los medios. Para él, un hombre rebelde es ante todo "un hombre que dice no" (pero que es capaz de decir sí)”
El número de periodistas empleados por empresas editoras en Estados Unidos desciende a niveles de los años cincuenta. Así lo demuestran los datos del Departamento de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos. Aparentemente podrían resultar paradójicos estos números si nos atenemos a la sobreinformación que padecemos y a la multiplicación de medios que se ha producido en los últimos quince años. Sí, la crisis ha supuesto la defunción de muchos de ellos, pero aún así me parece una pasada haber descendido de más de 450.000 en el año 1988 a 275.000 en la actualidad. Retomo el hilo de mis últimos posts para reivindicar el papel del periodista, pero al mismo tiempo para plantear el nuevo rol que tiene que desempeñar el profesional de la información en la sociedad y la nueva formación que se les debe aportar en las facultades de Comunicación. La esencia y última finalidad del periodismo tal y como lo estudiamos debe permanecer intacta; las herramientas y técnicas para ponerlo en práctica no.
Estoy de acuerdo con la fuente de esta noticia, The Business Insider. Debemos optar por ver el vaso medio lleno y ver en estas desalentadoras cifras una oportunidad para explotar y, por qué no, inventar nuevas formas de comunicación.
Los que hayáis seguido este blog ya habréis advertido mi pasión por las versiones extravagantes y los duetos imposibles. Pues, ¿sabéis una cosa? Esta Navidad he tocado el cielo en mi buceo por las entrañas de Youtube. Pocos temas me dejarán ya tan ensimismado como la canción del día de este post. Esto es como el Barça de los seis títulos; mal me pese, será imposible superar lo de esta temporada.
Hace un par de meses veía en el telediario imágenes del concierto que se había celebrado en Nueva York por el 25 aniversario del Rock&Roll Hall of Fame. Eran colaboraciones de Bruce Springsteen, Sting, Stevie Wonder, U2, etcétera. Pintaba muy bien. Intuía que cuando cogiese el arpón encontraría esas piezas que tanto me gustan. Músicos brutales, temas míticos y colaboraciones originales entre ellos. Al poco tiempo Digital Plus anunció que lo emitiría entero, así que tan sólo había que esperar al día D o a que los primeros asistentes al evento comenzasen a colgar sus vídeos en Youtube.
Y así ocurrió. El concierto entero es para guardarlo, venerarlo y enmarcarlo. Os invito a que veáis el vídeo promocional de la HBO, que ya hace presagiar algo muy bueno. No tiene desperdicio ninguna de las colaboraciones de los artistas antes mencionados y otros muchísimos más. Pero, sobre todo… ¡no tiene desperdicio la versión de Gimme Shelter! ¡Eso sí que fue un acontecimiento planetario! ¡Impresionante!
Comienza U2 tocando la primera parte instrumental, mientras que Fergie, de Black Eyed Peas, en un segundo plano con poca luz y un aura un tanto mística, está sensualmente bailando y entonando los primeros coros. Cuando comienza el guitarreo que anticipa el inicio de la parte cantada aparece en escena Mick Jagger. Entre “morritos”, Bono y Fergie despachan la canción. El líder de U2, caballeroso, cede el protagonismo a Jagger —algo parecido a lo que hace Raúl cuando coincide en un acto con Don Alfredo—. Reconozco que a Fergie no le había prestado nunca mucha atención, pero a partir de ahora lo haré porque tiene un vozarrón increíble. Y lo de Mick Jagger es un fenómeno paranormal. Nadie puede con él. Por lo que su figura representa y por lo que aún sigue cantando. Este tipo de duetos son como duelos en los que se baten los cantantes con la voz y el baile como únicas armas, y sigue sin haber nadie que le haga frente a Jagger. Él llena el escenario como nadie.
Ahí van otras recomendaciones brutales de este concierto:
Entradas
